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Esta sería la última fase del proceso de terapia. La persona ya ha aprendido estrategias y herramientas para poder hacerle frente a sus problemas por sí misma. No necesita de un terapeuta para continuar enfrentándose a las situaciones cotidianas. Consta entre dos y cuatro sesiones, donde paciente y terapeuta tratan de buscar aquellos desencadenantes que podrían generar de malestar en un fututo malestar y de qué forma sería capaz de solucionarlo.

 

En esta fase las sesiones son más espaciadas en el tiempo hasta que ya se finaliza el proceso de terapia.

El tratamiento irá enfocado a cada uno de los problemas que se hayan encontrado en el proceso de evaluación. La terapia cognitivo- conductual se basa en la teoría de que muchos de los problemas provienen de la interpretación que le damos a la realidad en la que vivimos, es decir, nuestros pensamientos tienen una influencia muy poderosa en cómo nos sintamos y por ello en las conductas que realizaremos después. Si yo interpreto mi realidad de forma negativa, es muy probable que las emociones que sienta sean intensas y negativas también. Cuando nos sentimos mal, muchas veces dejamos de realizar determinadas cosas  o tenemos comportamientos que lejos de ayudarnos nos introducen en un círculo vicioso del que es muy difícil salir. La terapia tratará de que aprendas a identificar, cuestionar y modificar aquellos pensamientos que sean negativos y poco realistas por otros que te hagan ser justo y racional respecto a la interpretación que le des a los hechos de tu vida. Por otro lado, te ayudará a descubrir, manejar y expresar adecuadamente tus emociones y también a cambiar aquellos comportamientos que puedan estar manteniendo o agravando tu problema. Te dotará de herramientas útiles para que tú mismo seas capaz de hacerle frente a los problemas y situaciones de tu vida.

 

La duración del tratamiento es variable, dependerá de la persona, de su actitud hacia la terapia, su motivación al cambio, sus bloqueos, dificultades, la relación terapéutica, el problema por el que acuda a terapia, etc. No es posible definir un número exacto de sesiones de tratamiento ya que son muchos factores los que influyen en el proceso.

Para poder aplicar un tratamiento adecuado es necesario realizar una evaluación donde el psicólogo obtiene la información estrictamente necesaria para poder llegar a comprender el problema. Se hacen una serie de entrevistas donde se buscan las variables que han podido predisponer y precipitar a la persona a padecer el problema por el que acude a terapia.

 

También se trata de encontrar aquellos factores que lo mantienen en la actualidad. Una vez se han recogido todos los datos, el psicólogo hace una entrevista de devolución al paciente donde le explica toda la información que ha encontrado, que variables han influido en el problema, porqué no ha desaparecido y qué consecuencias podrían ocurrir a corto y largo plazo si no se trabaja sobre ello. También se le presenta al paciente un plan de tratamiento dirigido a tratar de solucionar cada uno de los objetivos que paciente y terapeuta hayan acordado durante el proceso de evaluación. La duración de la evaluación depende de cada persona y su problema, pero puede llevar entre tres y seis sesiones

EVALUACIÓN

TRATAMIENTO

PREVENCIÓN DE RECAÍDAS 

 

Somos psicólogos con amplia formación en psicología clínica cognitivo-conductual. Al igual que en otras profesiones, en la psicología existen diferentes corrientes que tratan de manera distinta el problema por el que acude el paciente. Seguramente has podido oír hablar alguna vez del psicoanálisis, terapia gestalt, constructivismo, terapia centrada en la persona, terapia focalizada en la emoción, humanismo, terapia sistémica… diferentes términos para diferenciar los distintos tipos de terapia..


Nuestra forma de trabajar se basa fundamentalmente en la terapia cognitivo-conductual aunque tenemos formación en humanismo, terapia corporal, terapia focalizada en la emoción, psicología positiva… que ha ido enriqueciendo nuestra forma de trabajo.

 

Las técnicas que se aplican en la terapia cognitivo-conductual están contrastadas empíricamente, es decir, están basadas en estudios científicos que demuestran su validez y fiabilidad.


Los tratamientos son absolutamente personalizados pero siempre teniendo en cuenta las técnicas adecuadas y específicas para el problema concreto por el que acude la persona.

 

Veamos cuales son las fases del tratamiento psicológico:

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